Houlap.
Hoy vengo con la reseña de Todas
las hadas del reino, el último libro de Laura Gallego. La verdad es que yo
adoro a esta autora, en serio, la admiro muchísimo así que mis expectativas
sobre esta novela eran muy altas… Y no me ha decepcionado.
Título: Todas las hadas del reino
Autor: Laura Gallego
Editorial: Montena
Número de páginas: 477
Resumen
Camelia lleva trescientos años
siendo hada madrina, trabajando para asegurarse de que los humanos puedan
cumplir sus sueños y ella es feliz así. Tiene varios ahijados, aunque ninguno
sabe de la existencia de los otros y, por supuesto, no necesita ningún tipo de
compensación (y hace tiempo que dejó de esperarlas).
Pero, quizás porque el tiempo
también pasa para las hadas, la magia de Camelia está cada vez más débil y sus
ahijados no cesan de pedirle cosas, cada vez son más exigentes. Como es de
esperar, Camelia está muy cerca de su límite… Aunque no desea reconocerlo. Es
entonces cuando su amiga Orquídea (otra hada madrina) abandona a un ahijado
suyo a su cuidado, ya que considera que su deseo es irrealizable y prefiere
pasarle la pelota a otra.
Bien, pues este ahijado no es
otro que Simón, el mozo de cuadras de los establos reales del reino de Vestur.
Y está locamente enamorado de la princesa de dicho reino, Asteria. Decidida a
hacer realidad su deseo, Camelia se entrega en cuerpo y alma al caso (mientras
que intenta cuidar de sus otros ahijados) y acompaña a Simón a varias misiones
kamikazes en las que el chico se embarca para ser merecedor de Ateria.
Reseña. ATENCIÓN. SPOILERS
EVERYWHERE.
Me hice con este libro creo que
justo el día que salió o el siguiente, no podía con las ganas de leerlo, y, lo
primero que me llamó la atención de él una vez que lo tuve en mi casa fue lo
bien que olía. Sé que ahora he quedado como la loca de la esquina que habla con
su oveja invisible sobre el fin del mundo, pero, es la verdad. Este libro huele
(o a lo mejor solo es mi ejemplar) especialmente bien.
Desde el principio, nos encontramos
en Camelia a un personaje mediocre (no en el sentido de que sea un mal
personaje, lo que sucede es que no tiene nada de especial y curiosamente, su
normalidad es su principal rasgo de carácter). Bueno, todo lo mediocre que
pueda ser un hada, claro. Camelia, como ya he dicho antes, jamás ha recibido nada
en pago por sus servicios (Nada es NADA. No le dan ni las gracias), pero a ella
no le importa especialmente. Le vale con no llamar la atención.
Algo que me gusta mucho de ella
es lo que en el libro llaman mordacidad
varias veces, aunque en mi opinión, principalmente consiste en plantarle cara a
personas a las que nadie más se atreve y diciendo la verdad sin filtro. Aunque
algún comentario a mala leche sí que suelta.
Una vez que conoce a Simón (que
también es bastante normal, salvo quizás por su malsana obsesión por la
princesa Asteria) y decide ayudarlo en lugar de hacerle ver que su amor es
imposible comienzan los problemas. En un intento por “tantear el terreno” con
Asteria, le da, sin querer, la idea de convocar una queste, o lo que es lo
mismo, una prueba de valor. Y claro, Simón, que está obsesionado con la
princesa, decide emprender la búsqueda rápidamente. Con la ayuda de Camelia,
claro.
Uno de los puntos a favor del
libro son los personajes: Todos están muy bien definidos y no se salen de su
personalidad (que no quiere decir que no evolucionen). Simón es un don nadie
que desea ser digno de la princesa. Camelia es una hada madrina con un exceso
de trabajo y responsabilidad que la debilitan, pero con la determinación de
desempeñar correctamente su función, por mucho daño que se haga a sí misma.
Asteria, que fue una gran sorpresa, pues me cayó especialmente bien, es
independiente y resuelta, que se niega a casarse por motivos políticos. Además,
al comienzo de la historia me pareció inteligente (aunque luego ese rasgo desaparece
en parte).
En un principio, la trama es muy
lineal y prácticamente se resume en “Camelia tratando de conseguir que Asteria
y Simón puedan estar juntos”. Y, podríamos añadir un “por mucho que le duela,
ya que está coladita por Simón, cosa letal para un hada”. Luego, hay un cambio
un poco brusco, y digo brusco no porque no viniera a cuento, te preparan para
él durante toda la novela, sino que una vez que sucede, sucede muy rápido. Y
este cambio consiste en Camelia pegando un zapatazo. Se cansa de ser la esclava
de mil ahijados caprichosos incapaces de ver lo que ella hace, se cansa de la
ingratitud, pero, el punto de inflexión es cuando Simón, en su obsesión por
convertirse en héroe, la repudia y desobedece su consejo (a esto hay que
sumarle la “traición” de Ren, un gran amigo suyo). Es en este momento donde,
por amor a un humano, Camelia cambia. Por lo visto, las hadas no podían
enamorarse por los siguientes motivos: el primero, se volvían mortales y
perdían su magia ya que se entregaban por completo a su amado. La segunda, el
dolor las convertía en brujas.
A Camelia le pasa lo segundo, el
dolor por ser repudiada por Simón y el cansancio que llevaba arrastrando por
culpa de sus otros ahijados hacen que decida cortar su vínculo con todos ellos,
lo que, alimentado por sus sentimientos, la vuelve mucho más poderosa. Y salva
a Simón y Astoria, consiguiendo que estos acaben juntos… A cambio de su
primogénito. A partir de aquí tendremos la historia de Felicia, aunque será
breve. Por cierto, a partir del cambio de Camelia, si volvéis a mirar la portada,
esta cobrará otro sentido… Si os fijáis bien.
La verdad, mientras leía la
novela no podía evitar recordar la película de Maléfica una y otra vez, ya que
se parecían en varias cosas, especialmente una vez que Felicia entra en escena.
De cualquier forma, lo mejor que
ha tenido el libro han sido los constantes guiños a los cuentos, he reconocido
más de uno (e incluso recordado los que se habían quedado dormidos en algún
rincón de mi memoria). Ha sido una delicia comprobar cómo, fiel a su esencia,
cada cuento cobraba un significado diferente. Además, ha ayudado el hecho de
que solo hubiera siete hadas madrinas en todo el mundo mundial, ya que eso
facilita el que te creas que Camelia ha tenido que ver en casi todos esos
sucesos. Realmente, me ha maravillado que mencionaran los relatos que me
acompañaron de niña, especialmente el de los tres vestidos (uno de rayos de
sol, otro de luz de luna y el último de piel de asno), aunque no recuerdo su
nombre. Y la historia de Azalea que ha rozado lo perturbador aunque sin perder la
esencia del cuento de hadas (hadas con una realidad un poco más dura que lo que
puede parecer).
Bueno, en esta historia ha habido
también grandes fallos, que, debido a la pluma de Laura han sido perdonables,
pero, que en más de una ocasión han resultado molestos.
EL primero es el insta–love. Ocurre
varias veces en la historia y ha hecho que quisiera matar a un par de
personajes, aunque por fortuna no ocurre en ambas direcciones. El que más me
molestó fuel el de Simón por Asteria, ¿os acordáis de que he dicho que está
obsesionado? Bien, pues resulta que el foco de esa gran pasión fue cuando una
vez de niño, Simón la vio de lejos y se enamoró. Y desde entonces la ama con
todo su corazón. Por fortuna, Asteria lo conoce un poco antes de caer ante sus
encantos (encantos que yo no vi).
Luego tenemos un amor un poco más
perturbador y es el de Felicia por una estatua. Literal, es decir, piedra.
Bueno, un príncipe convertido en piedra, pero… ¡¿quién leches puede enamorarse
de un objeto inanimado?! Pues esto, que tenía un nombre que no recuerdo
(Narradora, échame una mano, ¿cómo se llamaba esto de las estatuas?), es lo que
le sucede a Felicia. Aunque, peor es que el príncipe, al despertar se enamorara
de ella en menos de una conversación…
De cualquier forma, una parte de mí se niega a pensar que una
escritora de la talla de Laura Gallego recurriría a esta cosa tan horrible dos
veces en un libro de casi quinientas páginas sin haberlo hecho nunca en ninguno
de los otros libros que le he leído, así que lo consideraré otro guiño más a
los cuentos populares, paraíso del amor más instantáneo que el cola cao. Aunque
eso no quita que me haya repateado.
El siguiente fallo sí que es más
difícil de perdonar y es la falta de información, ese sentimiento de que quiere
saber más. Odio cerrar un libro y sentir que apenas he empezado la historia. Y
no me refiero al final, sino a lo que ocurrió antes de que la novela comenzase.
Y un poco durante. Y me estoy refiriendo a los dos personajes más enigmáticos
del libro: Gardenia y Ren. Y quizás Magnolia.
Gardenia es una de las siete
hadas madrinas. Pero es la única que ha envejecido y además ha perdido la
cabeza por la edad, aunque sigue siendo inteligente y muchas veces da
soluciones a los problemas, aunque nadie la escuche. De ella solo se comenta que
ha podido envejecer por amor, pero ya está. Ni una mísera teoría más allá de un
comentario que va casi de pasada. Magnolia es una bruja, antaño una hada
madrina y de ella tampoco llegamos a conocer su historia, no sabemos qué la
dejó tan llena de odio y le corrompió la magia. Pero ambas cosas son pasables.
Lo que no pude soportar fue el
silencio respecto a Ren, un Ancestral que conoce a Camelia desde hace un par de
siglos. Su carácter es de los menos definidos, aunque sabemos que es astuto y
hasta cierto punto caótico. Es lo más parecido a un Hot Guy que nos
encontramos en el libro. A lo largo de la historia podemos ver que Ren está
enamorado de Camelia y eso se nos confirma al final, dónde descubrimos que Camelia
le correspondía… Pero me ha faltado información sobre ese personaje, porque me
ha encantado y, es el único personaje del que no se dice nada acerca de sus
sentimientos hasta que es demasiado evidente… Me gusta demasiado conocer el
pasado de los personajes.
Aun así, la historia no me ha
decepcionado en absoluto, es más, mientras estás sumergida en la lectura te
resulta difícil darte cuenta de los fallos del libro (o bien, te das cuenta,
pero no te importa). Me encantó el final cuando, se hace evidente que los
humanos son los que cambian la magia de las hadas y las matan o convierten en
brujas. Además insinúa una explicación
al porqué del temor a los seres sobrenaturales…
Bueno, esto ha sido todo por
ahora. ¿Vosotros también habéis tenido esa sensación de que había mucho más que
saber sobre ciertos personajes o estoy perdiendo la cabeza y mi neurosis es
cada vez más controladora? La leche… que pregunta más larga XDD. Bueno, ¡un
besp!
Hola!
ResponderEliminarEs un libro precioso :D
Te sigo, me sigues?
Un beso.
Hola ^^
EliminarSí, la verdad es que es un libro muy bueno. Me alegra que Laura no me haya decepcionado esta vez :D
¡Un beso!
La verdad es que a mí me gustó bastante a pesar de que no suelo leer fantasía. Un besote :)
ResponderEliminarMe alegro de que te gustara y de que le dieras una oportunidad aunque no sea tu género.
EliminarUn beso :*
Debo decir que no leí la reseña. Vi que pusiste que habían spoilers y me dio miedo leer alguno cuando tengo ganas de leer el libro xD
ResponderEliminar¡Saludos!
No pasa nada, has hecho bien. Yo me dedico a destripar los libros, como dice Valquiria.
Eliminar¡Un beso!
Sí, spoilers por doquier, aunque más bien sea el destripe de todo el libro xD Me lo he leído por encima por eso (me spoileo cuando me apetece, no a diestro y siniestro, a pesar de lo que creáis), pero la verdad es que no recuerdo cómo se llama la filia de las estatuas (yo no contaría con que narradora de responda, pues no le hacen gracia los spoilers...)
ResponderEliminarUn beso
... Pues esta vez he intentado hacer menos XDD
EliminarYa... Espero que algún día lo haga...
¡Un beso!
Ah, creo que era "Agamatofilia" o algo así...
EliminarEspero que te acordaras, me sentiría mal conmigo misma si, por algún casual, se te hubiera ido la olla y hubieras decido buscarlo (con el trauma que ambas sabemos que internet te hubiera provocado). Aun así, gracias
EliminarNo te preocupes, ha sido cosa de mi memoria. Eso de buscar las filias... Os lo dejo a vosotras xD
EliminarEn mi defensa diré que yo solo hacía feliz a Narradora XDD
EliminarEspera espera espera...¿Cómo que me hacías feliz? Os he pillado en vuestra conversación sobre filias, y la estáis manteniendo por voluntad propia. ¡Yo no tengo nada que ver! Ya es tarde para disimular, os encanta lo que os enseño...
EliminarPor supuesto, cariño. Me encanta lo que me enseñas. Por supueeeestooo XD
Eliminar¡Hola! Este tipo de fantasía no es lo mío, pero gracias por recomendar el libro.
ResponderEliminarPor cierto, te sigo.
Besos!
Hola :)
EliminarLa verdad, este es mi género favorito, pero entiendo que hay muchas personas a las que no le va.
¡Un beso!
¡Hola! Esta vez he tenido más cuidado y por suerte no me he tragado tantos spoilers. Me ha encantado tu reseña :) No sabía que en el libro se hablara de otros cuentos, pero ahora me llama aún más la atención (¿cómo se llamaba el de la chica con los tres vestidos? ¿Piel de asno?)
ResponderEliminarYo también llevo las expectativas muy altas, y espero que, como a ti, no me decepcione. ¿Pero por qué tiene que haber un insta-love? ¿Por quéeeee? El tío ve a la princesa y se enamora...Claro que sí, muy creíble.
Lo de Camelia enamorada de Simón la verdad es que me lo esperaba jajajaj
A ver si he entendido bien...¿Camelia ayuda a la gente sin recibir absolutamente nada? No quiero parecer lo que no soy, pero...¿Entonces por qué lo hace? *A ver, que yo también ayudaría a los demás sin esperar nada a cambio, pero de ahí a dedicarme plenamente a eso sin que ni siquiera me den las gracias, no sé*
¡Agalmatofilia! Sabía que acabaría saliendo en algún libro xD
Bueno, vale, no lo sabía. Creía que solo saldría en mi fanfiction.
Eso del príncipe de piedra no puede ser...El cuento ese que nos mandaron a leer en inglés...¿El príncipe feliz? Ese que estaba ciego y que era constantemente visitado por una golondrina...
¡Ahora tengo curiosidad por oler el libro! Ya seremos dos locas hablando con cabras invisibles xD
¡Un beso!
¡Gracias! Me alegra ver que has leído el aviso XD
EliminarPues no tengo ni idea pero... *busca en internet* SÍ, SE LLAMA ASÍ... La leche, si hasta en nombre del hada coincide. Yo ya he dicho que insta-love creo que lo puso por asemejar su novela a los cuentos.
Camelia ayuda a la gente por la memoria de Flor de Avellano... Aunque poco más se sabe.
Y lol, gracias por el nombre de la filia
Y no, no tiene nada que ver con el príncipe feliz
Bueeeno, si somos dos podremos hablar entre nosotras ;)
¡Un beso!
¿Quién es Flor de Avellano? :/
EliminarLuego te quejas cuando te hago spoiler --_--'
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAcabo de terminar de leérmelo y me ha encantado, sobre todo el final
ResponderEliminarPero me dio mucha pena
SPOILER
Qué bien que se haya quedado al final con Ren!!
^^
¡Hola!
EliminarMe alegra que te haya gustado
¡Un beso!
De Gardenia, creo que al final del lbro menciona que ella le dijo a la reina de las hadas que no necesitaba su inmortalidad, solo sus poderes para hacer felices a los humanos. Y al hacerse vieja nota como el mundo de los humanos la cambia, ya que las demás cambian por dentro pero no se dan cuenta de esos cambios.
ResponderEliminarQue se enamorara de la estatua es ligeramente comprensible cuando la única persona animada que has visto en 15 años es tu madrina, lo del príncipe creo que en parte era estúpido y en parte solo le importaba que la chica fuera guapa.
Del resto no se nada, me encantaría que hablaran más de la historia del resto de las hadas, porque ren al aparecer tanto en la historia, me hago una idea de como ha sido su vida, pero del resto no se sabe nada, de la única que te cuentan es de Azalea y es de como se volvió bruja.
(yo lo que quiero son ilustraciones de los personajes T.T)
¡Hola! No pude evitar leer esta reseña sobre uno de mis libros favoritos de está autora.
ResponderEliminarConcuerdo completamente en que necesito información extra de Ren, Dios, darte cuenta del amor que le tiene a Camelia y lo que es capaz de hacer por ella ♡ no bueno, se me hizo pequeño el corazón, pero creo que ser un ser tan viejo y sabio le hace tener cierto cuidado con sus emociones y cómo las expresa.
En cuanto al tema del amor instantáneo creo fervientemente que se debe a que es un recurso del que se valen la mayoría de los cuentos de hadas, lo vemos en las historias de Disney con casi todas las princesas y muchos otros cuentos más, no importa que los protas se hayan visto un par de veces, ellos pueden amarse sin más tema. De hecho podemos ver una parodia de esto mismo en Enchanted, de Disney también, Giselle conoce a Edward y se quieren casar al día siguiente *rolleyes*
Este tipo de amor sin fundamento, muy diferente a los que maneja Laura en sus historias, lo vemos repetidamente en Todas las hadas del reino desde el amor que siente Simón por Asteria, pasando por el de Felicia y la estatua, hasta el de Verena y Alteo. Pero para mí justo son la representación de que los amores instantáneos de los que abusan los cuentos de hadas no pueden terminar bien, ninguno terminó bien, bueno, nos faltó ver qué pasó con Felicia pero quizá no haya resultado del todo bueno su relación con Cornelio. No sabemos.
¡Gracias por la reseña!