¡Houlap!
¿Cómo va eso? ¿Preparados para el
lunes? Yo no mucho XDD.
Bueno, hoy vengo con la
iniciativa Cuéntame un cuento, de Katia la administradora de DragonesLiterarios.
Os explico un poco de qué va:
Cada mes, Katia pondrá una palabra en su blog y quienes participamos tenemos
que escribir un cuento en el que se incluya esa palabra, lo subimos a nuestro
blog, enlazamos a la entrada con la palabra y llenamos el formulario. Por
supuesto, hay que seguir el blog y tener puesto el banner. La fecha límite es,
en este caso, el 27 de abril (es decir, mañana. Sip, yo apuro al máximo).
Aquí os dejo la entrada de Katia
explicando la iniciativa y en la que aparece la palabra del mes. Noche en este
caso ^^.
Y ahora, mi historia:
Lágrimas de bruja
La joven dio un par de vueltas a su celda.
Una celda pequeña, fría y húmeda. Desde luego, no el lugar en el querrías pasar
tu última noche viva. Se mesó el cabello pelirrojo y, tensando al máximo las
cadenas de hierro que la mantenían presa (en más de un sentido, no es un
secreto para nadie lo que el hierro le hace a la magia), apoyó la frente en los
barrotes de la puerta, suspirando.
Uno de los guardias, el más joven, el que
seguía despierto, la miró con algo parecido a la compasión.
– ¿Necesitas algo? ¿Agua? ¿Comida? – Alcanzó
a preguntar. El temor era tan evidente en su voz que el corazón de la muchacha
se encogió un poco más.
– No – se aseguró de decirlo con voz suave,
no deseaba parecer una amenaza. Pero la amargura se filtró en su voz y el
guardia estableció contacto visual con ella, el primero en casi un año.
– ¿Estás bien?
– No.
– ¿Qué te sucede? – La joven se estremeció.
Hacía tanto que nadie le preguntaba eso… Al menos de forma sincera. Por un instante se planteó mentir y musitar
un suave “nada”. Pero luego cayó en la cuenta de que aquel hombre sería el
último con el que hablaría de verdad, esta podía ser su última conversación y
las últimas conversaciones no se olvidan con facilidad. Ella sería el recuerdo
de este hombre durante años, y debía decidir qué clase de recuerdo deseaba ser.
– Tengo miedo.
– ¿A
la muerte? Lógico. Pero, quizás no vayas al infierno. Quizás, si te arrepientes
de forma sincera… – No parecía muy convencido.
– No
es a la muerte a lo que temo. Tampoco a lo que hay detrás – replicó con
suavidad.
– Entonces, ¿a qué?
– Lo
que más miedo me da es que en el momento en el que las llamas comiencen a arder
bajo mis pies, yo piense en mi vida y sea… Incapaz. Incapaz de sonreír al
recordar el mundo que me ha rodeado, las palabras que me han dicho, las locuras
que he cometido, los besos que me han dado. O lo que sería aún peor, tengo
miedo de que de mis ojos no broten lágrimas al pensar en que nunca volveré a
ver este mundo, que nunca volverán a sonar palabras para mí, que no podré
volver a cometer locuras, que no volveré a sentir unos labios sobre los míos.
Lo que me aterra es que en el momento de mi muerte, yo sea incapaz de
emocionarme. No deseo morir de la forma en la que he vivido – ya está, pensó.
Lo había dicho.
– ¿La forma en la que has vivido? – El
guardia se había acercado a ella más de lo recomendable y su mano estaba
apoyada en los barrotes, cerca de la de ella.
La joven, casi con desesperación, se llevó
las manos al pecho.
– Es que hay algo que me falta. Algo que la
magia no pudo recuperar. Así que… podríamos decir que en mi caso sí que voy a
morir por falta de amor – una sonrisa atormentada amenazó con brillar, pero fue
hábilmente contenida. Aquel hombre la recordaría eternamente como lo que era:
Un juguete roto, un envoltorio vacío. Alguien que jamás ha sido capaz de
sentir, pero que había estado dispuesta a arriesgar su vida por tener la
posibilidad de reír o de llorar. Y quizás, solo quizás, aquel hombre no la
vería con los crueles ojos de los demás. Quizás… quizás pudiera pensar que en
ella quedó algo de bondad al morir. Y aquel pensamiento la liberó del peso de
las cadenas sobre sus descalzos pies. Metafóricamente, claro.
– ¿Por eso le vendiste tu alma al diablo? –
Musitó el hombre sorprendido. ¿Acaso hay un motivo mejor? Pensó ella, pero no
lo dijo. En los últimos meses había descubierto que todos la escuchaban
buscando maldad en sus afirmaciones, y esa frase era fácilmente
malinterpretable.
– Yo diría más bien que trataba de
recuperarla.
– Cómo te llamas?
– ¿Perdón?
– ¿Cómo te llamas? O serás eternamente la
chica sin alma.
– Soy
la chica sin alma – musitó –. Pero mi nombre es Amelia.
– Amelia – Amelia la chica sin Alma… Amelia
la Bruja.
– ¿Cómo te llamas? – Quiso saber. Pero como
todas las grandes preguntas, la hizo demasiado tarde. La noche ya había
terminado. Y venían a buscarla para matarla al amanecer.
Y la arrastraron fuera de la celda, con
brusquedad, como si ella se estuviera resistiendo. Pero no, Amelia no se
resistió. Permaneció imperturbable, salvo, a lo mejor, una sombra de dolor
cuando tuvo que arrancar su mirada de los ojos del guardia. O al menos eso fue
lo que él creyó ver.
Y no mucho después, desde cualquier punto
del pueblo podía verse el humo rojo, como un corazón sangrante en medio del
firmamento que, demasiado perezoso para volverse celeste pero demasiado
despierto como para ser negro, estaba violeta.
Y, entre la bruma provocada por las llamas,
Amelia creyó ver al guardia acercarse. Acercarse y sonreír. Sonreír y llevarse
las manos a la boca, a modo de megáfono. Llevarse las manos a la boca y gritar.
– Mi
nombre es… – Pero ella no terminó de escuchar la frase, porque la multitud alzó
la voz en ese instante.
Y entonces, Amelia lloró. Lloró por el
nombre, que ya nunca escucharía, del hombre que la llevaría en su memoria toda
su vida. El único que, aunque no había dejado de temerla había fingido que no
lo hacía. El hombre que se había arriesgado a ser detenido por intentar darle
un sentimiento.
O quizás solo fueran lágrimas de dolor de
estar ardiendo.
El guardia fue rápidamente abatido y lanzado
al suelo. Y descubrió que hubiera deseado una conversación, una noche, más con
ella. Pero como todos los grandes descubrimientos, lo hizo demasiado tarde y ya
estaba siendo arrastrado fuera. Lejos de la bruja, aunque esa palabra nunca
significaría lo mismo: nunca volvería a temerla, porque, ahora todas serían esa
chica indefensa que entregó su alma buscando la capacidad de amar.
Antes de que le sacaran de allí, pudo ver
las lágrimas de Amelia evaporándose de sus mejillas y luego la paz
extendiéndose por su rostro. Y pensó que quizás, al gritar su nombre, le había
entregado un poquito de su alma.
O quizás es que había muerto.
Un poco deprimente, creo… Pero
bueno, así es casi todo lo que escribo XDD.
¿Alguien más va a apuntarse (o
bien ya se ha apuntado) a esta iniciativa?
¡Un beso!
Ya sabes mi opinión sobre el relato. Un poco deprimente pero está bien.
ResponderEliminarUn beso ^^
P.D. ¿La fecha límite no era el día 28?
Gracias.
EliminarEh.. No, lo último que leí decía 27 ^^
¡Un beso!
Me alegro de que te guste el que me parezca algo deprimente xD Y, bueno, sí, pone 28, acabo de mirarlo para asegurarme de que no veía visiones xD
EliminarUn beso :)
:P
EliminarNuuu, en la última entrada, no en la que te pasé...
¡Un beso!
¡Hola, Augi!
ResponderEliminarPuede ser deprimente y todo lo que quieras, pero me ha encantado *-* me pareció muy lindo (no preguntes por qué xD)
Gracias por ser parte, de verdad.
¡Saludos!
¡Hola!
EliminarGracias *^*
De nada, creo que las iniciativas como estas deben tener mucho éxito, porque... Bueno, son geniales ^^
¡Un beso!
Qué bueno que te guste ^^
EliminarYyyy ya está la entrada para votar.
¡Saludos!
¡Ahora mismo me paso!
EliminarUn beso :*
Yo no me apunto, no seé escribir... pero disfruto leyéndoos
ResponderEliminarMe ha gustado tu cuento, deprimente no creo que sea la palabra, brumoso, gris... tal vez. Hermoso, sí
Besos
¡Muchísimas gracias! La verdad es que se me da bastante mal escribir cosas alegres, no sé por qué.
EliminarMe alegra que te guste.
¡Un beso!
No creo que me apunte (PORQUE ES PARA HOY) jajajaj pero a lo mejor el mes que viene...
ResponderEliminarEn serio, me ENCANTA tu cuento. Es maravilloso. ¿Hay premio o algo? Porque deberías ganarlo. Mándalo a algún concurso de esos en los que participas, en serio.
Un beso <3
Y por cierto, yo también soy de escribir cosas muy deprimentes jajajajajaj
Eliminar¡Hola!
EliminarMuchas gracias, cielo ^^. No sé... El premio es una mención en su blog.
Ya no puedo, está publicado (sí, en los blogs también cuenta...)
¡Un beso!
Hola. Me ha gustado mucho tu escrito, el inicio y el desenlace y la forma en la que narras. Felicitaciones!
ResponderEliminarHola, Sara.
EliminarMe alegra que te guste, significa mucho para mí.
Gracias.
¡Un beso!
Mu ha gustado bastante, sigue así ;)
ResponderEliminarSoy nueva por tu blog, me quedo por aquí ;)
¡Hola!
EliminarMuchas gracias.
Pues, bienvenida ;). Ahora iré a visitar tu blog.
¡Un beso!
Hola, soy nuevo por aquí.
ResponderEliminarMe ha gustado demasiado tu historia, espero que sigas escribiendo ya que lo haces muy muy bien.
Saludos!!!
¡Hola!
EliminarMuchísimas gracias ^^. Te aseguro que la escritura no es algo que vaya a dejar.
¡Un beso!
¡Hola! Te ha quedado muy lindo ... :) Yo también me apunté en la iniciativa, si gustas puedes darle un vistazo a mi relatillo.
ResponderEliminarBesitos y mucha suerte ;)
¡Hola!
EliminarMuchas gracias.
Por supuesto que me pasaré.
¡Un beso!
Oh, dios, pero qué cautivador. Me ha encantado. Tienes una prosa muy bonita y la historia a mi no me parece deprimente, es genial. Tiene mucha magia... :) Un beso.
ResponderEliminar¡Hola!
EliminarMuchísimas gracias ^^ No sabes lo que esto significa para mí ^^.
¡Un beso!
Hola
ResponderEliminarMe encanto, aunque es una historia algo triste... me gusto mucho.
Espero poder seguir leyendo sus historias.
Saludos
¡Hola!
EliminarMuchísimas gracias.
Sí... La verdad es que no me salen las historias alegres xD.
Tengo un par de historias más en este blog, por si quieres pasarte. Y seguiré subiendo más.
¡Un beso!
Hola <3
ResponderEliminarVine por acá por la iniciativa y tu relato me gustó muchísimo! si es algo oscuro Jaja pero me gustó mucho! así que eh votado por ella :)
Ya sigo tu Blog, un beso!
¡Hola! ^^
EliminarMuchísimas gracias ^^. Me alegra ver que has considerado mi relato lo suficientemente bueno para ganar.
¡Un beso!
¡Hola! Creo que más que triste fue impactante, yo que creí que el guardia la liberaría... pero es muy bueno y me gustó mucho.
ResponderEliminarYa empecé a seguirte :)
¡Hola!
EliminarCreo que un buen cuento tiene que sorprender al final.
¡Muchas gracias!
Me pasaré por tu blog
¡Un beso!